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miércoles, 22 de febrero de 2017

Empleados/as felices

Los empleados  más felices no están localizados directamente en multinacionales, en puesto de re-nombre o con salarios des-proporcionados, no, o no en principio. Claro está que tampoco los encontramos en puestos con salarios o condiciones laborales precarias. Pero lo que si está claro es que el tamaño y sector de la empresa, y la denominación del puesto no son los factores clave que delimitan la felicidad o infelicidad de la persona trabajadora.

Numerosos estudios han concluido que solo cerca del 25% de los empleados/as en España son felices en su trabajo, por lo tanto tenemos un porcentaje llamativo de un aplastante 75% que no lo son. Un dato alarmante que nos conduce a reflexionar a los profesionales de recursos humanos sobre el tema y concienciar en acciones que propicien que este dato de un giro.

Bélgica, Noruega y Costa Rica son las tres naciones con los trabajadores más felices del mundo según el índice de la fuerza laboral más feliz. En Bélgica además han conseguido que los niveles de lealtad a la organización sean los más altos, en Noruega trabajan desde la retribución y la seguridad en el empleo y en Costa Rica se centran en el clima laboral.

Los empleados son el activo más importante de las organizaciones, también es verdad que cada vez vemos más empresas informatizadas, en las que los puestos se amortizan con máquinas, robots..., pero no hay que olvidar que detrás de esa máquina hay una persona que la ha programado, que la controla.

Centrándonos en lo que nos ocupa ,y como bien ya conocemos todos. la satisfacción del empleado es buena y conveniente para este, para su equipo y para los resultados de la empresa en general. Que la capacidad de desarrollar el potencial de nuestro equipo , motivar y obtener una satisfacción general es fundamental para competir e innovar, esto ya está más que probado y demostrado.

Pero, si como decíamos al principio no es la mera denominación o sector o tamaño empresa o puesto en sí la que motiva o no, o hace más feliz o menos a una persona que trabaja en ella, ¿Qué factores pueden llevar a este descontento de los empleados/as? o dicho al revés ¿qué factores pueden contribuir a mantener o incrementar la satisfacción de nuestro equipo?

Una vez cubierta la retribución esperada para el puesto por la persona que lo ocupa, es decir; que responda a sus expectativas encontramos una serie de parámetros que inciden directamente sobre la felicidad del trabajador (no necesariamente en este orden):
- Cercanía de la empresa.
- Óptimo clima general de la organización.
- Seguridad en el empleo a nivel de estabilidad.
- Reconocimiento del trabajo realiza
do o resultados logrados,  que no tiene porque ser económico.
- Beneficios sociales.
- Medidas de conciliación laboral; acciones que permitan conciliar la vida personal y laboral.
- Formación.
- Canales que favorezcan la comunicación y participación colectiva.
- Planes de carrera.

Hay áreas que son más difíciles de cubrir, por ejemplo la primera cercanía:  a la hora de seleccionar se podría tener en cuenta este criterio para favorecer la satisfacción de nuestro nuevo profesional, pero no siempre el trabajador que buscas está en tu localidad. Otra; la tercera; seguridad en el empleo; las empresas que están en crisis o entrando en ella tienen complicado asegurar la estabilidad o la seguridad en el empleo a sus trabajadores...

Acabamos de señalar las principales claves para  obtener empleados/as felices o más felices, como acabamos de ver hay algunas que serán más costosas en función de las necesidades de la empresa, las circunstancias que atraviesa y las inversiones que puede y no puede hacer; pero otras seguro que están en sus manos; el reconocimiento, alguna medida específica de conciliación, la mejora de la comunicación, la promoción interna, la preparación.... que sin lugar a dudas ayudarán a mejorar la felicidad de todos; empleados y empresas.


“El éxito es sobreponerse al fracaso con el entusiasmo intacto.”
Winston Churchill


miércoles, 15 de febrero de 2017

Aldalan, La magia no cumple deseos, la perseverancia si

De vez en cuando incluyo en mi blog un cuento para reflexionar. Vienen bien para darnos cuenta donde pueden estar los pequeños detalles, en esta caso, para alcanzar nuestros sueños.


Había una vez un aprendiz de hechicero que deseaba convertirse en el más poderoso de todos los hechiceros. El joven aprendiz deseaba ir a la academia de hechicería más importante del mundo, porque solo allí aprendería todo lo necesario para conseguir su sueño. 

Cuando cumplió la edad necesaria para entrar, el joven aprendiz de hechicero se presentó a las pruebas de admisión. La prueba era sencilla: había que convertir un vaso en un colibrí que saliera volando. El hechizo era muy sencillo de hacer, ya que bastaba con una rima y un toque mágico. En este caso, el hechizo era: "Tararí que te ví, sal volando como un colibrí."

Pero nuestro joven amigo tenía un gran problema, porque …¡no sabía pronunciar la letra erre! Los demás aprendices se rieron tanto de sus intentos que se marchó muy triste a su casa pensando que tendría más suerte la próxima vez.

Pero cuando volvió al año siguiente los profesores pusieron la misma prueba: convertir un vaso en un colibrí. El joven hechicero ni lo intentó, y se marchó a su casa pensando en volver al año siguiente. 

Y así estuvo año tras año durante mucho tiempo, porque en todas las ocasiones los profesores ponían la misma prueba.


Después de muchos intentos, el joven aprendiz fue a ver a una amiga medio maga medio bruja a ver si ella le podía ayudar.

martes, 7 de febrero de 2017

¿Tengo sitio en el mercado laboral actual?

¿Tengo sitio en el mercado laboral actual?, una pregunta que por desgracia desde hace tiempo se vienen haciendo personas de todas las edades, de distintas profesiones y regiones y tanto hombres como mujeres. 

Hace ya un tiempo, en los seminarios- jornadas de empleo - coaching laboral, que imparto, en diferentes centros y con distintos colectivos,  la pregunta por excelencia era; cómo acceder al mercado laboral o cuál es mi atractivo en este mercado. Hoy en día cuando toca el turno de preguntas en estos espacios, o en el mismo momento de interacciones conjuntas, nos encontramos con una pregunta que la sustituye, y que engloba el pesimismo generalizado en el que vivimos: ¿tengo sitio en el mercado laboral actual?.

Muchas son las personas que han empezado a pensar que están fuera del mercado laboral.

Los jóvenes, incluso los que aún no han finalizado sus estudios, algunos incluso ni han comenzado su carrera o ciclo formativo, sienten que es en vano lo que hagan porque el mercado laboral está muy mal, y no van a tener acceso a este, o si lo tienen va a ser en unas condiciones precarias. Esta des-motivación o visión negativa del futuro disminuye el rendimiento formativo  presente y el desarrollo personal-profesional. Y para los que si han finalizado o han decidido no estudiar, disminuye su motivación y rendimiento hacia la búsqueda de empleo.

Las personas de más edad, que llevan tiempo en desempleo, o acaban de finalizar su relación laboral después de una larga trayectoria profesional en la misma empresa, o encadenando contratos sin tener que buscar activamente, porqu
e hasta ese momento vivían oportunidades profesionales continuas, se encuentran también en el dilema de si aún su currículum tiene acceso en las empresas.

Hay que tener en cuenta que si para el mercado laboral siempre ha habido que estar preparado, para el actual aún más. Estamos ante un mercado altamente exigente, con cambios continuos y tecnológicos que requieren de una gran especialización a la vez que polivalencia y adaptación.
( Por otro lado la recompensa quizá no esté compensada con el esfuerzo, pero este sería un punto a debatir en otro post, quizá el próximo).

Pero las exigencias no sólo están en las nuevas profesiones, puestos... sino en el acceso a estos. Ahora buscar empleo requiere una mayor sofisticación, nuevos recursos, mayor gestión de contactos, una excelente planificación y organización y constancia y alto grado de energía. Si no se dan estos parámetros es mucho más complicado poder acceder a un puesto de trabajo.

Cuando la persona que está buscando empleo se encuentra con un mercado laboral más riguroso en requisitos de acceso, y con una búsqueda de empleo más complicada o más demandante de recursos y de energía, hace que se plantee si dispone de las herramientas necesarias para alcanzar un puesto de trabajo; si su currículum tiene acceso en el mercado laboral. 

A veces no es la situación en si misma (por muy complicada que sea esta) sino nuestros pensamientos sobre la situación los que nos llevan a obtener los resultados que tanto tememos. En este caso y una vez más se puede y de echo se cumple la profecía auto-cumplidora:
- Ejemplo 1: El mercado laboral está muy mal - pienso que haga lo que haga no voy a encontrar nada - no hago nada - no encuentro - confirmo que mis pensamientos eran reales (¿Pero, son reales, o yo he hecho o no hecho para que sean reales y se cumpla lo que pienso?).
-Ejemplo 2: puede darse este segundo caso; El mercado laboral está muy mal - voy a presentarme a cualquier puesto de trabajo - me presento a cualquier oferta - no me llaman de ninguna - los sentimientos de valía disminuyen y dejo de buscar empleo (deja de buscar empleo porque "comprueba" , pero de una manera no adecuada, que el mercado laboral está muy mal).

No podemos llegar a esta situación, hay empleo, y hay recursos para alcanzarlo, y además debemos seguir trabajando para que así sea. En el primer ejemplo; la persona no busca, que es lo que está ocurriendo, desgraciadamente, en muchos casos. Lógicamente como no busca no encuentra. Y en el segundo ejemplo no busca correctamente; porque no podemos remitir nuestra candidatura a todo, esto perjudica. Y es otra constante con la que nos encontramos en estos tiempos, que hay que modificar.

Por mi profesión veo reiteradamente que las personas que buscan adecuadamente y con un alto grado de energía, acaban encontrando su espacio profesional. Eso si, estas personas invierten tiempo y desarrollan y planifican unas acciones específicas para alcanzar su meta.

Espero que poco a poco esta pregunta que tanto me hacen en la actualidad vaya desapareciendo, y que todos tengamos la convicción de tener un sitio en el mercado laboral actual.




miércoles, 1 de febrero de 2017

Aldalan, Los bancos de tiempo

Ayer leí un interesante artículo, de la revista que me llega periódicamente de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid, donde realice ya hace unos años el máster de recursos humanos, sobre los bancos de tiempo - el tiempo como moneda, escrito por Carmen Valor, profesora de marketing e investigadora de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales (ICADE).

Un concepto o forma de vida-trabajo que me ha parecido de gran valor para compartir en este espacio. y seguir investigando sobre el, porque puede ser, o lo es ya, para parte de la población, una "salida" a la crisis, al menos un flotador para seguir en la superficie mientras se pueda.

Los bancos de tiempo no guardan billetes, sino horas. El artículo que menciono comienza con una reflexión sobre el mercado neoliberal versus bienestar. Hay que cuestionar si el mercado neoliberal, en el que estamos inmersos, trae bienestar, y si lo trae, lo hace a un alto coste, ya que éste se concentra en el bolsillo de unos pocos y acarrea un creciente aumento de la desigualdad.

Pero no sólo existe este mercado, hoy en día y en el siglo en el que estamos, tenemos o podemos crear diferentes alternativas que nos ayuden a salvarnos del "uno mismo" o  del "unos pocos", y desarrollar espacios sociales donde el beneficio sea a un menor coste o otro coste, y alcance a muchos más, como son los bancos del tiempo.

Los bancos del tiempo son antiguos, a veces parece que volvemos atrás misma filosofía pero con un nombre distinto, pero debido a la crisis han ganado gran popularidad en los últimos años. En estos bancos no se ofrece dinero se ofrecen activos y habilidades; se trata de una comunidad donde se fomenta la reciprocidad y el intercambio de competencias y servicios, y no de salario económico.

El funcionamiento concreto es; una persona ofrece un servicio a otro ganando un crédito en horas, que puede usar después para obtener otra clase de servicios prestados por diferentes miembros del banco. Se computa el tiempo, todos los servicios se valoran de igual forma; por el tiempo de dedicación a ese servicio, y este es la moneda de cambio.

Estos años se han creado muchos bancos de tiempos, hasta llegar a 250, pero su tiempo de vida , en algunos de los casos, es corto. Es una alternativa en la que hay mucho por trabajar para seguir fomentando la igualdad a través del tiempo y del talento. Por un lado puede ser una "salida o supervivencia" a la crisis de muchos, y por otro lado puede servir para construir "nuevas" formas de trabajo o de intercambios profesionales, y así recuperar las relaciones de ayuda mutua y compartir recursos y competencias.

Bajo mi punto de vista debe de haber algo más al banco de tiempo, porque hoy en día hay muchas cosas que se pueden conseguir con intercambios, pero para otras muchas necesitamos la moneda. Pero sí que una fórmula complementaria para no partir de relaciones profesionales puramente económicas y en todos los ámbitos, sino permitirnos cooperar o compartir recursos  para crecer en grupo y que más personas se puedan beneficiar, porque no todo el mundo tiene dinero, pero si todo el mundo tiene algún talento, y si cada uno tendría la posibilidad de poner a disposición el suyo esta sociedad volvería a tener luz.